Cuento de terror.
En una desolada ciudad de un país europeo, tras una noche de fiesta y reventón, uno de los participantes de dicho festejo tomo la decisión de salir sin un destino fijo y de forma unitaria. La noche era atractiva ante los ojos de cualquier persona, una noche llena de estrellas, una noche excelente para un viaje, la oscuridad hacia resaltar el azul de las estrellas, ¡una noche definitivamente linda! Cuando de repente tras un destello de luz azul, todo comenzó a cambiar drásticamente, la carretera se torno diferente, ya no era visible más allá de tres metros, una bruma inesperada comenzó a llenar el camino sin dejar ver al conductor más allá del cofre de aquel Ford 68, comenzaron a escucharse extraños sonidos que generaban una tensión en aquel chofer que no tenía destino. Repentinamente, un sonido abrumador en el cofre de aquel auto generó un brinco en el chofer, el cual sostuvo fuertemente el volante de madera, y quedó colgado de él durante unos cuantos segundos hasta asimilar lo sucedido, el motor del auto había dejado de funcionar, aquel sonido tan fuerte seguramente provocó que el auto detuviera su marcha. El conductor necesitaba tomar la decisión de salir o esperar dentro del auto a que el paisaje fuera más visible, ya que no sabía si había golpeado con algo o aquel sonido tan fuerte era proveniente de su motor; una llave en cruz motivo a aquel conductor a desprenderse de la seguridad de su automóvil e inspeccionar lo sucedido, al bajar lentamente de su vehículo, se percató de un extraño movimiento, una serie de sombras negras resaltaban entre la bruma tan blanca como la nieve. Algo raro merodeaba aquella carretera vacía, algo definitivamente no andaba del todo bien, un ente extraño estaba presente en aquel lugar, algo definitivamente observaba cada uno de los movimientos de aquel viajero solitario.
Una respiración repentina altero más los nervios de aquel conductor, lo cual lo arrastro hasta el cofre de su propiedad sin dejarlo pensar en lo sucedido, su respiración agitada no le permitía escuchar lo que sucedía a su alrededor. El crujir de rama seca, regreso a la realidad a dicho viajero, el cual con la voz temblorosa preguntó: “¿Quiiiieeennnn anda ahí? Salga ahora mismo.” La respuesta fue nula, lo que obligo al conductor a correr al interior de si auto, y tratar de echar andar aquel compañero de aventura, sin tener éxito alguno.
Pero finalmente aquello tan tenebroso fue descubierto, una extraña mujer joven y sumamente hermosa se encontraba en la parte trasera de aquel Mustang 68. Aquella hermosa dama era la encargada de transportar el alma de aquel joven viajero, el cual tras aquel estruendoso ruido murió, tras estamparse en una montaña, por el estado inconveniente en el cual comenzó su aventura.
Idea Original: Arthur Alan Gore
Oswer.
Muy bien. Continúa trabajando
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